La Generalitat es suma a la venda d’Agbar a Suez

La Generalitat de Catalunya cerca solucions per evitar que Agbar, la companyia que controla el proveïment d’aigua en l’àrea metropolitana, traslladi el centre de decisió a París.

Según fuentes próximas al Gobierno catalán, una de las opciones que se encuentra encima de la mesa es la posibilidad de que la Generalitat se convierta en accionista de una nueva sociedad que aglutinaría los activos de Agbar en el área metropolitana de Barcelona.

El Gobierno autonómico se haría con una participación en esta compañía mediante la aportación de la empresa pública Aigües Ter Llobregat (ATLL), que controla las conducciones principales (en alta) de agua.

Esta operación se plantea como una segunda fase de la reorganización accionarial en Agbar que ayer adelantó EXPANSIÓN y que fue confirmada ante la Comisión Nacional del Mercado de valores (CNMV) por Suez Environnement, Criteria y el grupo de distribución de agua.

Nuevo socio de control

Mediante una compleja transacción en la que todos compran y venden activos, Suez Environnement elevará al 75% su participación en Agbar, mientras que Criteria (el hólding inversor de La Caixa) disminuirá su peso en el grupo desde el 44% al 15% ó 25%. En paralelo, Criteria comprará por 1.178 millones de euros el 99,8% de la aseguradora Adeslas a Agbar (que ingresará 687 millones) y a la compañía francesa Malakoff Médéric (491 millones). Adeslas se integrará en el hólding asegurador SegurCaixa.

La unión de la ATLL con la nueva Agbar metropolitana (que sería filial del grupo controlado ahora por Suez), crearía una empresa que pasaría a abastecer a cien municipios y 4,5 millones de habitantes. Además, la nueva compañía fusionada sería la propietaria de la desaladora de El Prat de Llobregat y de las plantas potabilizadoras de Abrera, Sant Joan Despí y Cardedeu, que se abastecen del agua de seis pantanos situados en los ríos Ter y Llobregat.

La operación ya ha sido planteada a Agbar, a Suez Environnement y La Caixa. El principal impulsor del proyecto es el Partido Socialista de Cataluña (PSC), liderado por el presidente de la Generalitat, José Montilla, que cuenta con el apoyo de los alcaldes metropolitanos.

Desde la dirección de Agbar, también podría verse con buenos ojos la integración de la ATLL, ya que el grupo ha sido en los últimos años muy crítico con la gestión de las infraestructuras hidráulicas del Gobierno catalán. Especialmente tensas han sido las relaciones entre Agbar y la consejería de Medio Ambiente, que está en manos de ICV.

Precisamente, el pasado viernes, el director general de Agbar, Ángel Simón, aseguró que el plan de desaladoras del tripartito no permite asegurar el abastecimiento de la capital catalana en épocas de sequía, por lo que reclamó medidas más contundentes, como la interconexión de cuencas hidráulicas.

Escollos

Con toda probabilidad, la operación no se podría materializar hasta después de las elecciones autonómicas catalanas, previstas para dentro de un año. Otras fuentes aseguran que la unión de Agbar y la ATLL ya se planteó, sin éxito, en el año 2000. Uno de los principales escollos son los recelos que despierta el proyecto entre el resto de compañías distribuidoras de agua en baja, como Aqualia, filial de FCC.

También podría haber impedimentos por parte de las autoridades de la Competencia, ya que la nueva sociedad mixta supone verticalizar el sector, al unir en una misma compañía el agua en alta y en baja. Otras fuentes apuntan a que esta operación podría ser la solución definitiva a la deuda histórica que arrastra la Agencia Catalana del Agua (ACA), cifrada ahora en 1.320 millones de euros.

Adiós a 90 años de cotización

Tras conocerse el cambio de accionista de control y el próximo lanzamiento de una opa de exclusión, las acciones de Agbar se dispararon ayer un 8,23% en bolsa, hasta cerrar a 19,73 euros por título. Se trata de una cifra muy próxima a los 20 euros en metálico que se ofrecerán en la opa. Por su parte, los títulos de Criteria cayeron un 0,14%, hasta 3,48 euros.

Según el calendario que maneja Agbar, la opa de exclusión se presentará formalmente en marzo, una vez que la CNMV apruebe el folleto, que se podría registrar en enero. Antes, Agbar deberá haber aprobado la operación en una junta extraordinaria que se celebrará a finales de año. El grupo podría dejar de cotizar antes del verano de 2010, poniendo fin a 90 años de negociación, ya que Agbar cotiza en la Bolsa de Barcelona desde 1920.

Expansión 23/10/2009

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