Agbar compra la Torre
Agbar compra per 165 milions el nou símbol de Barcelona
La Torre Agbar cambia de manos. Aguas de Barcelona ha decidido ejercer la opción de compra que tenía sobre su emblemática sede corporativa, que hasta ahora ocupaba en régimen de alquiler.
La compañía que dirige Angel Simón pagará alrededor de 165 millones de euros por el rascacielos diseñado por Jean Nouvel, según han confirmado a EXPANSIÓN fuentes conocedoras de la operación. La compra se convertirá en la mayor transacción inmobiliaria de Barcelona de los últimos dos años y en una de las más importantes de la última década en oficinas.
A pesar de la creencia popular de que pertenece desde el principio a la compañía, el verdadero propietario del inmueble es Azurelau, una sociedad patrimonial controlada por Antonio Vila Casas y Santiago Oller, ex accionistas del grupo farmacéutico Almirall. Los dos inversores se hicieron con el que se ha convertido en el nuevo símbolo de Barcelona . Azurelau compró la torre a la inmobiliaria familiar Layetana, que fue el promotor del edificio, estrenado en 2005.
La Caixa
Layetana, que firmó un contrato de alquiler a largo plazo (diez años) con Agbar, financió la construcción de la torre con un arrendamiento financiero (leasing) con La Caixa. Al hacerse con la propiedad, Azurelau pasó a ser el titular del leasing, del que quedan por pagar alrededor de 130 millones de euros.
En la compleja arquitectura financiera y contractual del edificio también existía una cláusula que permitía a Agbar, a partir de noviembre de 2009, ejercer una opción de compra para hacerse con la propiedad del inmueble.
En paralelo, Azurelau también tenía una opción de venta (put) para obligar a su inquilino a comprar. Las dos partes han estado negociando en los últimos meses y ambos han decidido ejercer sus respectivos derechos de compra y venta sobre el edificio situado en la confluencia entre la Avenida Diagonal y la Plaza de las Glorias.
Agbar tiene ahora una doble opción: subrogarse al leasing de La Caixa o pagar íntegramente el precio de la torre a Azurelau, que se encargaría de cancelar el préstamo. La opción más probable es que el grupo controlado por Suez Environnement y participado por Criteria se quede con el arrendamiento financiero y pague en metálico a Azurelau los 35 millones restantes.
La operación, que podría firmarse la próxima semana, será la primera gran inversión de Agbar en 2010 y simbolizará la nueva etapa que inicia la compañía, en pleno proceso de exclusión de bolsa.
Tras pactar la venta de Adeslas a Criteria por 687 millones, Agbar es ahora un grupo totalmente enfocado al negocio del agua, en sintonía con los géiser que inspiraron a Nouvel para concebir el edificio.
La torre mide 142 metros de altura y tiene 31 plantas sobre rasante. El inmueble cuenta con 50.600 metros cuadrados construidos, de los cuales 30.000 metros cuadrados son espacio para oficinas, 3.210 metros cuadrados instalaciones técnicas, 9.132 metros cuadrados son de aparcamiento y 8.132 metros cuadrados de servicios, incluido un auditorio.
Además del cuartel general de Agbar, la torre alberga las oficinas barcelonesas de la compañía tecnológica Bull.
Mayores inversiones de la última década
La operación de compra de su sede corporativa por parte de Agbar se convertirá en una de las principales transacciones de edificios de oficinas de Barcelona de la última década. No sólo por la singularidad del inmueble, sino también por su valoración económica. En 2007, Carlyle pagó 220 millones de euros por la sede de Telefónica en Barcelona. Realia, la filial inmobiliaria controlada por FCC y Caja Madrid, desembolsó 126 millones para hacerse con la torre Toyo Ito, hasta entonces propiedad de del grupo constructor controlado por Esther Koplowitz, Layetana y Metrópolis. En el mercado de centros comerciales y hoteles, las cifras se disparan. GIC, el fondo de inversión del Gobierno de Singapur, Host Hotels & Resorts y ABP se hicieron con el lujoso hotel Arts, uno de los símbolos de la Barcelona olímpica, por 417 millones de euros en 2006.
Ese mismo año, el grupo irlandés Quinlan Private invirtió 300 millones de euros en la adquisición del centro comercial Diagonal Mar. La compraventa de Torre Agbar representará un revulsivo para el mercado de oficinas de Barcelona, caracterizado por una sequía inversora durante los últimos dos años. La mayor operación realizada de los últimos dos años fue la compra de la Clínica Quirón. El desembolso en esa operación ascendió a 111 millones de euros,, informa Pilar Riaño.
La operación
La Torre Agbar es obra del arquitecto francés Jean Nouvel y comenzó a construirse en 2002. El promotor fue la inmobiliaria Layetana, que firmó un acuerdo de alquiler con Agbar.
Layetana financió la construcción del emblemático edificio con un arrendamiento financiero con La Caixa, del que quedan por pagar alrededor de 130 millones de euros.
En 2005, Agbar instaló su sede corporativa en el edificio que, un año después, pasó a manos de Azurelau, una sociedad de Antonio Vila Casas y Santiago Oller, ex socios de Almirall.
Agbar ha pactado ahora la compra del edificio, de 50.000 metros cuadrados construidos, sobre el que tenía una opción de compra que podía ejercer a partir del 15 de noviembre de 2009.
El grupo que dirige Angel Simón asumirá el ‘leasing’ de La Caixa y pagará en metálico alrededor de 35 millones de euros a los actuales propietarios de la torre de oficinas.